Se trata de un edificio del siglo pasado de modestas proporciones.
La fachada es sencilla, lisa, con el campanario a la derecha, de planta cuadrada. El interior del templo se compone por tres naves longitudinales y otra transversal, en forma de crucero.
La nave central posee una bóveda de cañón dividida en tres tramos. Cabe destacar también el presbiterio, el retablo en escayola, de estilo renacentista, con la imagen de Nuestra Señora de Montserrat.